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Tanatorios, funerarias y crematorios de Asturias

¿Entierro o incineración?

¿Entierro o incineración?

La cremación o el entierro son las dos posibilidades que nos ofrecen las funerarias para poder despedir el cuerpo. Sin embargo, ¿cuál de estas dos opciones es la mejor?

Para poder hacer una elección correcta es necesario no sólo conocer los beneficios de ambos tipos de sepultura sino también respetar las creencias religiosas y culturales del difunto para brindarle un funeral acorde a sus últimos deseos. Si este familiar no ha dejado ninguna indicación respecto a su despedida, es importante que hable con su familia para decidir qué tipo de servicio quiere contratar.

 

LA CREMACION Y SUS BENEFICIOS

La cremación consiste en la incineración del cuerpo en un horno crematorio por medio de mecanismos de alta temperatura, presión y vaporización que desintegran el cuerpo a sus elementos más esenciales. Este proceso posee múltiples beneficios que mencionaremos a continuación:

1. La cremación es un proceso fácil y rápido que sólo tarda unas horas. 

2. Con el pasar de los años la Iglesia Católica ha ido aceptando la popularidad de la cremación y la ha incluido en sus ceremonias. 

3. Los servicios crematorios ofrecen un tratamiento del cadáver más respetuoso con el medio ambiente y ahorra espacio en los cementerios.  Si desea puede mandar a colocar los restos incinerados en una urna junto con una pequeña placa que indique el nombre de la persona difunta, la fecha de su muerte y un emotivo mensaje así como en un columbario.

4. Usted será quien decida cuál será el descanso final de las cenizas. Estas cenizas pueden ser entregadas a los miembros de la familia o bien enterrarlas en un mausoleo, colocarlas bajo tierra o dispersarlas en el mar o río.

5. La cremación protege el ADN de la persona fallecida ya que éste no se puede utilizar para la clonación.

 

EL ENTIERRO – CONSIDERACIONES Y BENEFICIOS

Si bien el entierro es la opción tradicional, existe en la actualidad una nueva tendencia que son los entierros ecológicos, considerados como la opción ideal para quienes desean una despedida en un entorno más natural y con productos funerarios menos contaminantes. Se trata de un servicio más costoso que la cremación ya que incluye varios servicios y productos como el embalsamamiento, el alquiler de la sala de sepelios, los gastos de ataúd, los arreglos florales, etc. A continuación analizaremos los beneficios del entierro:

1. En el entierro el cuerpo atraviesa por el proceso natural de descomposición progresiva.  Cabe mencionar que este proceso es largo y complicado.

2. En muchas religiones, como el judaísmo o el Islam, la cremación de cuerpo está prohibida ya que se le considera una desgracia para los muertos, siendo el entierro la única opción viable.

3. Algunas personas pueden considerar la cremación como un obstáculo para que el difunto llegue a sus otros seres queridos ya fallecidos. Por lo tanto, se concibe al entierro como una ceremonia respetuosa que permite conservar la memoria del difunto y brindarle a éste un descanso eterno. 

4. Muchas familias ya tienen reservado un espacio en el cementerio o bien poseen una parcela familiar. También puede existir el deseo de comprar una parcela para que los restos de los familiares puedan descansar en un mismo lugar.

5. En el entierro usted puede colocar un pequeño monumento en la tumba del difunto con unas emotivas palabras. Antes averigüe qué tipo de construcciones permiten los responsables del cementerio. 

Tomando todos los puntos anteriores en consideración, le sugerimos que una vez que haya decidido el tipo de despedida que desea brindarle a su ser querido solicite precios en diversas funerarias, compare todos los costos y decida qué tipo de servicio es más acorde a su presupuesto, necesidades, creencias o deseos de la familia.

 

LA FALTA DE ESPACIO EN LOS CEMENTERIOS

La falta de espacio para realizar entierros en los cementerios de diversos países del mundo se ha convertido en una realidad insoslayable que exigió la intervención estatal para estimular entre sus ciudadanos la cremación.

Las creencias religiosas así como su transmisión a través de las distintas generaciones ha hecho del entierro la principal forma de despedida entre los dolientes. Sin embargo, la falta de espacio y los efectos medioambientales de esta práctica están encontrando en la cremación una solución a esta delicada situación.

Aún así las proyecciones no son muy alentadoras. De acuerdo a un informe realizado por BBC, casi la mitad de los cementerios de Inglaterra podría quedarse sin espacio en los próximos 20 años mientras que una cuarta parte de ellos estarían saturados dentro de una década. Esto sucede a pesar de que la cremación se ha vuelto una tendencia ineludible en Reino Unido donde el 74% de las personas que murieron en 2011 fueron cremadas, según las últimas estadísticas de Cremation Society of Great Britain

Sin embargo, este no es un problema exclusivo de Inglaterra. En Sudáfrica los cementerios están repletos por lo que la cremación se está convirtiendo en la única opción para la despedida del cuerpo. Las nueve provincias que conforman este país se están quedando sin tierras disponibles mientras que se presenta un crecimiento lento pero constante de las cremaciones ya que el 37% de las personas han elegido esta última opción por sobre la inhumación.  En búsqueda de posibles soluciones, Ciudad del Cabo lanzó un mausoleo piloto en donde varios ataúdes son almacenados en estantes en una misma “habitación” que es construida sobre la tierra.

 

ALGUNAS SOLUCIONES A LA FALTA DE ESPACIO

Ante esta preocupante situación las propuestas que se pueden observar en países europeos y latinoamericanos son variadas. Por un lado, los directivos funerarios ingleses han solicitado que se modifique la ley que regula los entierros en el país para que las tumbas con más de 75 años puedan ser reutilizadas ya que, si bien existe una ley sancionada en 2007 que permite esta medida en los cementerios de Londres, todavía no se aplica al resto de Inglaterra. En otros países como Australia, se han propuestos cementerios verticales en los que  los difuntos son enterrados de pie, sin caja y sin lápida permitiendo la maximización del espacio. Un ejemplo de ello es el cementerio australiano “Upright Burials” ubicado en Victoria con más de 40,000 sitios para tumbas en el que no se permiten flores y coches, entre otros servicios.

 

LA CREMACION Y SUS EFECTOS EN EL MEDIOAMBIENTE

La cremación se ha convertido en una opción popular no sólo por su bajo costo económico sino también por su menor efecto contaminante.

La cremación del cuerpo humano es realizada en hornos crematorios que alcanzan de 870 a más de 1.000 grados Celsius de temperatura permitiendo la cremación del cuerpo luego de un proceso que puede durar entre una y cinco horas. Gran parte de estos hornos se alimentan de gas natural por lo que se estima que para cremar un cuerpo se utiliza cerca de 92 metros cúbicos de gas. Es decir, se consume tanta energía como la empleada en 800 kilómetros de viaje realizados en coche.

Este consumo de energía permitirá la reducción del cuerpo a cenizas aunque encontraremos diversos materiales que no podrán ser reducidos como, por ejemplo, el plomo, cromo, cobalto y estaño, entre otros. Los materiales no combustibles así como marcapasos y prótesis deben ser retirados del cadáver. Este cuerpo cremado emitirá gases de combustión que serán canalizados a la atmósfera generando compuestos como el vapor de agua, monóxido de carbono y dióxido de azufre contribuyendo a una porción muy pequeña de los gases de invernadero. 

Cada vez que un cuerpo es cremado se libera entre 0,8 y 5,9 gramos de mercurio. Este mercurio es liberado aproximadamente luego de los 40 minutos de comenzada la cremación ya que alcanza el umbral de temperatura en el que se vaporiza. El 75% de este material se dirige hacia el aire mientras que el resto se conduce al suelo y al agua generando daños a nivel del sistema nervioso central del ser humano. 

 

EL ENTIERRO Y SUS EFECTOS MEDIOAMBIENTALES

A diferencia de la cremación, el entierro posee efectos notablemente más nocivos en el medio ambiente.

Por un lado, los ataúdes contribuyen a la tala excesiva de árboles. De acuerdo al Non-profit Center for Natural Burial, 10 hectáreas de cementerio contienen 20 mil toneladas de hormigón y una cantidad de madera empleada en ataúdes con la que se podría construir más de 40 viviendas si consideramos que para la realización de un ataúd se requiere talar un árbol lo cual genera que haya 7,3 millones de hectáreas menos por año en el mundo.

En el entierro también debe considerarse las consecuencias de la descomposición del cuerpo en el ataúd que se prologa durante al menos quince años. Para la ceremonia funeraria se realiza el embalsamamiento del cuerpo para que se conserve en esta última despedida. Los líquidos empleados para esta práctica tienen un profundo efecto contaminante en el agua debido a que posee componentes como el arsénico, el mercurio y el formaldehído. Este último considerado cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud. Por otro lado, los ataúdes también son una fuente de contaminación ya que no sólo emplea barnices o lacas sino que también los difuntos son enterrados con trajes que contienen poliéster y telas originando la emisión de dioxinas y monóxido de carbono a la atmósfera. 

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