Segunda etapa del duelo: La ira
Cuando ya no es posible ocultar o negar la muerte, comienza a surgir la realidad de la pérdida y su consecuente dolor.
Si bien los sentimientos de enojo estarán presentes con distinta intensidad durante todo el proceso de duelo, es en esta etapa donde la ira toma el protagonismo dirigiéndose este enojo al ser querido fallecido, a nosotros mismos, a amigos, familiares, objetos inanimados e inclusive a personas extrañas. Se siente un resentimiento hacia la persona que nos ha dejado causando un inmenso dolor en nosotros pero este enojo se vive con culpa haciéndonos sentir más enojados aún. Debajo de esta ira se encuentra el dolor y el profundo sentimiento de abandono. La frase que podría contener la esencia de esta etapa es ¿Por qué yo? ¡No es justo!, ¿Cómo puede sucederme esto a mí?”Esta comprensión del por qué de las cosas puede ayudarte a encontrar una cierta paz.
Es importante que tanto la familia como los amigos respeten este momento de furia brindándole el espacio necesario para que puedan descargar su ira e impotencia por esta pérdida. Házle saber al doliente que está bien llorar o enojarse en frente tuyo sin sugerirle cómo él o ella debería sentirse. No intentes minimizar el dolor y el enojo en el que se ve envuelto ya que se trata de un sentimiento temporal que es necesario atravesar para progresar en el proceso de curación. Sé paciente frente a estas reacciones que expresan una mayor irritabilidad y que pueden causar tensión en el seno familiar.
Debajo de esta ira ilimitada se encuentra el dolor producido por esta pérdida. Si somos capaces de identificar esta ira y expresarla sin temores podremos comprender que ella es parte del proceso de curación. Para eso se pueden emplear diversos métodos de expresión como escribir una carta al ser querido fallecido para expresar tu enojo, establecer un diálogo imaginario con ellos para compartir tus sentimientos, hablar con un amigo o familiar, realizar ejercicios físicos o bien practicar la meditación como un camino para calmar y canalizar estas emociones abrumadoras.
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