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1

Cuando la vida material termina, se abre un camino de luz espiritual, privilegio sólo de los que andan en pos de Cristo.

2

Mis más sinceras condolencias por tan significativa pérdida. Les ofrezco mis oraciones en el Señor.

3

Si Dios existe, le voy a pedir cuentas de lo absurdo de la vida, del dolor, de la muerte, de haber dado a unos la razón y a otros la estupidez… y de tantas otras cosas.

4

Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de ti… y de Dios.

5

No intentemos saber o entender por qué se fue de nuestro lado, la vida es así. Ahora está descansando en paz eternamente.

6

Es ahora que la fe en Dios nos hace más fuertes. Nuestras sinceras condolencias.

7

Mi más sentido pésame para ti y para toda tu familia. Que Dios ilumine sus vidas y les dé la fortaleza necesaria para afrontar esta gran partida. Cuenten conmigo para todo.

8

Te enviamos una oración rogando que guardes recuerdos maravillosos
que te den fortaleza para continuar siempre sonriendo y que transformen
el dolor que ahora te acompaña en luz de esperanza. Lo sentimos mucho.

9

Recuerda que Dios nos acompaña e ilumina siempre y sólo él nos puede
dar fortaleza en estos momentos. Lo sentimos mucho.

10

Lamentamos mucho su pérdida y compartimos vuestra pena. Ahora Dios velará siempre por él.

11

Lo siento muchísimo. Sé que ella ahora está en un lugar especial en el cielo, al lado de nuestro Señor Jesucristo.

12

Amiga, lamento mucho que hayas perdido a tu padre. Quiero expresarte mi más sincero pésame. Roguemos al Señor que lo lleve en su gloria y que desde donde se encuentre nos cuide por siempre.

13

Siento un gran dolor porque ha partido al más allá una persona que me dio la mano cuando más lo necesité, su muerte dejará un gran vacío en mi vida. Espero que el Señor lo reciba en el cielo.

14

Más que mi madre era mi mejor amiga, su muerte me ha hundido en la más profunda tristeza porque sin ella no volveré a ser la misma. Que Dios la tenga en su gloria.

15

Me duele pensar que ya no te tendré a mi lado, y que a partir de ahora tendré que enfrentar la vida sola, fuiste el amor de mi vida y tu ausencia me marcará por siempre. Dios te reciba en su morada, esposo mío.

16

En momentos como éste siento que la vida no es justa. ¿Por qué tuvo que fallecer una persona buena que cuidaba con dedicación de su familia? No entiendo por qué pasan estas cosas y sólo espero que Dios les dé consuelo a todos sus deudos.

17

Apenas me acabo de enterar del lamentable fallecimiento. Dios le ayude a soportar tan gran ausencia.

18

El duelo es el más agudo desafío a nuestra confianza en Dios si la fe puede superar esto, no hay montaña que no pueda quitar.

19

Rezaremos por ti y los tuyos para que Dios permita que tengas fortaleza y puedas sobrellevar la tristeza.

20

Saber que una persona tan amada como nuestro gran compañero se ha ido para siempre nos llena de tristeza. Si partió de este mundo fue porque Dios así lo quiso. Desde allá arriba él seguirá acompañándonos y guiando a su familia.

21

Sabemos que es un momento muy duro, el cual será difícil borrar de tu mente. Nos apena mucho el deceso de tu padre en tan lamentable circunstancia. Mi más sentido pésame. Ahora está al lado de Dios.

22

Te ofrezco mi apoyo incondicional en estos difíciles momentos y le pido a Dios por que tú, y todas aquellas personas allegadas a tu padre, encuentren el consuelo y la resignación que tanto necesitan.

23

Al empezar un día no sabemos si llegaremos a ver a nuestra familia otra vez. Hoy Dios ha decidido llevarse a esa persona que más queremos, su voluntad es esa.

24

Te mando un abrazo y un beso muy fuerte. Tu padre ya está en el cielo, es un Santo. Mucho ánimo y apóyate en toda la gente que os quiere tanto.

25

El tiempo que estuvisteis juntos fuisteis felices y no tienes nada que reprocharte, la muerte la alejó de tu vida y ahora será ella quien cuide de ti desde el cielo, mis condolecías amigo.

26

Cuando el día comienza nadie sabe quién dejará de estar con nosotros. La voluntad de Dios a veces es incomprensible y hay que aprender a aceptar no tener al más querido.

27

Os acompañamos en el sentimiento y deseamos que vuestras creencias os ayuden a superarlo. Un abrazo.